Enorme. Histórico. Vibrante. Genial triunfo del seleccionado argentino en el último partido del Personal Rugby Championship 2015. Fue ante los Springboks de visitantes y por primera vez. El 37-25 del score refleja vívidamente lo que se vio en la cancha.
Todos tackleamos. Todos defendimos, todos nos compenetramos en no fallar en esos diez minutos finales. Todos juntos, para que cada camiseta verde no pasara ni un metro... y Los Pumas del 65 allá arriba, en la tribuna, tackleando y vivando y alentando y jugando y...
Y esa emoción que desde el himno se hizo presente, no se fue más.
Desde el inicio mismo del partido, el equipo argentino tomó la iniciativa, atacó con convencimiento, con velocidad, precisión y justeza. En cinco minutos, el try de Bosch pareció anticipar lo que vendría. Y vino.
Los Pumas se metieron en campo rival, comenzaron a explotar los puntos flojos de Sudáfrica -el scrum fue nuevamente, vital- para que los entrenados por Hourcade comenzaran y cristalizaran el dominio evidenciado.
Esos tres tries del primer parcial indicaban que el juego estaba, que lo planificado afloraba, que la estrategia funcionaba, que tácticamente se estaba dando todo de acuerdo a lo que estaba ideado. Y Sudáfrica, golpeada, a la búsqueda de reacción. Pero como se vio, la defensa argentina hizo lo suyo a pura presión e impidió que la potencia Bokke dominara en las situaciones de contacto.
El segundo tiempo inició tal como lo había hecho el primero: con try Puma. El cuarto. Y el tercero de Juan Imhoff, que llegó a la bandera gracias a la mirada atenta de Juan Hernández que se dio cuenta que todos estaban de espaldas...
Y después de ese try, el equipo comprendió que la calma tenía que estar cerca para dominar psicológicamente al rival. Y eso pasó, porque el scrum siguió creciendo, el line funcionó muy bien, la defensa no titubeó y se plantó en el campo para malograr los avances sudafricanos.
El tiempo pasó, lento. Y todos -entre nerviosos, ansiosos y confiados- tackleamos y jugamos y soñamos y disfrutamos de una victoria Puma conseguida con inteligencia, juego, confianza y todo el temple que -típico- aflora en estas circunstancias.
¡Grande Pumas, Gracias Pumas!. Los esperamos en casa.
*Crédito: UAR